Qué recuerdos...

 

¿Os acordáis de vuestra infancia? ¿Cuáles eran vuestros juguetes y juegos favoritos? ¿El nombre de vuestro colegio? ¿Qué hay de cuando erais jóvenes? ¿Cómo se llamaban vuestros vecinos? ¿Cuál era vuestra comida favorita? 

Todas estas cuestiones y muchas más son las que debatimos en nuestro taller de reminiscencia. 

Los talleres de reminiscencia son espacios de comunicación  donde compartir recuerdos y experiencias pasadas basadas en estímulos externos, que pueden ser visuales, auditivos, sensoriales, gustativos y táctiles.

Los talleres de reminiscencia tienen como objetivo mejorar la esfera afectiva mediante el trabajo de las emociones y los recuerdos. Además, ayudan a trabajar las funciones cognitivas, sobre todo la memoria autobiográfica. Los profesionales son los responsables de acompañar y guiar a las personas mayores para que éstas puedan abrirse y compartir sus experiencias mediante recuerdos y emociones. 

Se ha comprobado que, según envejecemos, la parte emocional de la vida es el motivo más importante para mantener satisfacción en la vida. Es por ello que la terapia de reminiscencia en mayores y en demencias es tan importante, ya que, asociado a la emociones, se encuentra los recuerdos. Por lo tanto, se pretende que el adulto mayor recuerde, piense y exprese experiencias del pasado, especialmente las que fueron positivas. 

Los talleres de reminiscencia también promueven la interrelación, estimulando la conversación entre los miembros del grupo de trabajo. Incrementan la autoestima, satisfacción por la vida y el bienestar emocional. Y contribuyen a respetar y valorar a la persona, como ser único e individual, poniendo en valor su historia de vida en el momento vital actual.

Son muchos los objetivos terapéuticos que se buscan al realizar la terapia de reminiscencia, como pueden ser: reducir trastornos de la conducta y síntomas ansioso–depresivos; fomentar la interacción social, y comunicación; crear sentimiento de identidad y satisfacción; o potenciar la autoestima y el bienestar emocional. A nivel cognitivo, se consigue una estimulación cognitiva, especialmente de la memoria en general, así como estimulación indirecta del resto de funciones cognitivas: lenguaje, atención, orientación, praxias, y gnosias.

La Terapia de Reminiscencia se utiliza dentro del contexto de las Terapias No Farmacológicas, y a través de la presentación de diversos estímulos, se evoca  la recuperación de recuerdos significativos de la historia de vida de la persona, buscando sentimientos positivos (aunque pueden llegar otros negativos, que el terapeuta ayudará manejar) como recordar la infancia, adolescencia, y adultez, generando sentimientos de bienestar y felicidad.

Para llevar a cabo la terapia de reminiscencia hay que tener en cuenta algunos aspectos. 

Como hemos dicho, la reminiscencia se produce al presentarse un estímulo que desencadena un recuerdo, por lo tanto, cuando vamos a evocar a propósito recuerdos, debemos conocer bien la historia de vida de la persona, su grado de deterioro y las capacidades preservadas para presentarlo de modo adecuado.

Con nuestra colección de elementos desencadenantes, llevamos a cabo  las sesiones a través de temáticas diversas. Algunas ideas: 

• Infancia, hogar y familia.
• Vida laboral , trabajos.
• Cómo se arreglaban para salir, modas,  películas.
• Bodas.
• Excursiones y vacaciones .

Con la temática seleccionada es cuando ya procedemos con diversas actividades a realizar nuestras sesiones de Reminiscencia. Algunos ejemplos pueden ser reunir fotografías, hacer collages, creación de mesas de recuerdos, bandejas con objetos diversos, cajas de recuerdos...

En nuestro caso, la temática elegida fue la infancia y la juventud de nuestros usuarios. 

Además, también se presentó una serie de fotografías con las que evocar recuerdos. La temática de las fotos variaba desde antiguos oficios, juguetes de la época, objetos antiguos, etc., de manera que nuestros residentes estuvieron recordando momentos señalados, contaron anécdotas, y compartieron una bonita mañana.

Esperamos que os haya gustado tanto como a ellos.

👵👴 

LABORTERAPIA

¡Hola de nuevo! 

El calor no nos da tregua en este mes de agosto, pero nosotros seguimos trabajando con las mismas ganas y alegría cada día.

Hoy queremos hablaros de la LABORTERAPIA, otra de nuestras terapias favoritas por todos los beneficios que aporta.

¿Qué es la laborterapia?

Dentro de las terapias no farmacológicas que mejoran la autonomía y calidad de vida de las personas, encontramos la laborterapia, que consiste en realizar actividades productivas dedicadas a desarrollar y potenciar las capacidades cognitivas, sociales y funcionales de las personas con afecciones como Alzheimer y otras demencias, ictus o Parkinson, entre otras. Es un método de terapia ocupacional basado en la creación y realización de labores creativas y manualidades de muy diversa índole.

Además, la laborterapia favorece las relaciones sociales, a la vez que mejora la autoestima y la participación de las personas mayores. Cada manualidad y labor está adaptada a unas necesidades para que cada uno pueda desarrollarlas con éxito. Además, estas tareas pueden ser de forma individual o en grupos organizados.

Con este taller se trabajan habilidades motoras (motricidad fina, fuerza, agarre, movilidad articular de los miembros superiores), capacidades cognitivas (atención, concentración, gnosias) y capacidades sociales, todas ellas potenciadoras de la autonomía personal en los ancianos.

Algunas de las actividades que se engloban dentro de la laborterapia encontramos: costura, macramé, marquetería, cestería, ganchillo, arcilla, ciertas manualidades (como pintura), etc.

Beneficios:

·  Previene el deterioro cognitivo.

 Retrasa el proceso de envejecimiento, manteniéndoles activos.

·Retrasa procesos de artritis-deformidades en las manos y desarrollo psicomotriz.

·Ayuda a organizar la vida de las personas mayores con alguna patología mental.

·Se evalúa exhaustivamente a las personas mayores para dar pautas y consejos y mejorar su vida.

· Permite el desarrollo de destrezas motrices.

 Mejora la concentración y el aprendizaje.

· Aumento de la calidad de la visión.

· Retiene y agudiza la memoria.

·Descenso de impulsos agresivos.

· Favorecer el control de las emociones.

Por razones más que obvias, es una de nuestras terapias favoritas. 

A continuación os mostramos algunas de las actividades que hemos ido haciendo en laborterapia, y cómo han disfrutado nuestros mayores con ellas.

Taller Montessori

¡¡Hola de nuevo!!

Hoy queremos mostraros uno de nuestros talleres favoritos. Se trata de nuestro taller Montessori, que tanto nos gusta, y tantos beneficios les aporta.

Pero… ¿de qué trata este taller?

María Montessori creó a principios del siglo XX la pedagogía educativa conocida como Método Montessori. Este tipo de metodología está enfocada principalmente para su uso en niños y preadolescentes, aunque se ha descubierto que también es realmente beneficiosa en personas mayores. Más concretamente, se aplica en la actualidad como técnica de estimulación cognitiva en personas de la tercera edad. Son muchos  los estudios que respaldan los diversos beneficios de la terapia Montessori en la vida cotidiana de los adultos mayores.

Desde la metodología Montessori, se plantean actividades que se basan sobre todo en el manejo y la manipulación de objetos cotidianos que ayudan a la persona mayor a desenvolverse mejor en las actividades de la vida diaria. Son muchos los materiales que se emplean para llevar a cabo estas actividades. Se usan objetos cotidianos, como pueden ser botones, legumbres, pinzas, vasos y platos de colores, diferentes tipos de pastas alimenticias, hueveras, ovillos de lana, tapones, etc.

Algunas de las actividades propias de este método son buscar y clasificar diferentes objetos, ordenar materiales por colores, tamaños y formas, reconstruir figuras recortadas y puzzles, etc. 

Beneficios del método Montessori en personas mayores.

A nivel social, algunos de los principales beneficios del uso de este método en la tercera edad, son:

- La creación de un clima agradable basado en la cooperación y la enseñanza entre iguales.

-  Se crea interacción entre los/as participantes, lo que hace que la persona se sienta valorada como parte activa e importante en su entorno social más cercano.

A nivel emocional:

- Se produce en la persona mayor un descenso de su nivel de ansiedad. 

      - Disminuyen los niveles de ira, ya que la persona mayor 

se relaja y se mantiene concentrada en

 la tarea que tiene delante.

     - Sentimiento de autonomía y utilidad.

  - Fomento de la autonomía personal, de la capacidad de decisión y de la predisposición para el aprendizaje. 

A nivel cognitivo, se producen grandes beneficios en los ancianos, como pueden ser:

- Se trabaja la atención    

- Uso de destreza manual

- Motricidad fina

- Discriminación sensorial

- Coordinación óculo-manual

- Orientación espacial

- Conocimiento del propio cuerpo y cuidado personal y

    del entorno.

Es importante adecuar el nivel de dificultad de las actividades a cada uno de los participantes en el taller, con el fin de no crear en ellos sentimientos de inutilidad y frustración, de manera que, una vez que el usuario logra realizar la tarea con éxito, conseguimos que aumente su autoestima, su seguridad y su confianza. 

El método Montessori también se utiliza con personas que tienen afecciones mentales,  en personas con discapacidad y en personas con demencia. Este método ayuda a la personas con deterioro cognitivo a que puedan realizar tareas con éxito, lo que repercute en su sensación de valía y autoestima. 

El objetivo que se persigue cuando se aplica este método en personas con enfermedades neurodegenerativas es la conservación de capacidades e interacción con el entorno físico y humano a través de actividades que le permitan mejorar o mantener habilidades útiles para la vida diaria (alimentación, vestirse, participar en actividades de ocio...).

En definitiva, son numerosos los beneficios que este método aporta a las personas mayores (con o sin deterioro cognitivo), y nosotros lo hemos comprobado de primera mano.